martes, 31 de mayo de 2016

¿COMO SALIR DE LA IDOLATRÍA?

¿Qué podemos sugerir para salir de la idolatría?

La primera forma: Buscar ayuda

                                                      
Aunque he hablado de los ídolos desde la perspectiva humanista y bíblica; desde otras ciencias sociales, de la educación o la salud (psicología, psiquiatría), el termino ídolo no se usa y se prefiere más bien tratar a las personas desde la perspectiva de los apegos, las adicciones, la dependencia, mediante la consejería y terapias, e incluso con antidepresivos.


                                     


La segunda forma: Tener discernimiento

                                             
Hay que huir de la idolatría, del peligro de los ídolos, y abstenerse de ellos, pues el que ama el peligro llegar caer en él. Ademas, una vez el ídolo entra en el ethos de la persona está se contamina y, al salir, ya no es la misma.

Para no entrar en una esclavitud es importante no ni aprobar una situación que aleje a la persona de su verdad, de su centro. Pues una vez probado el ídolo, éste logrará entrar, sin que se perciba, en nuestro templo y logrará engañarnos para permanecer el tiempo suficiente adentro hasta cuando nos haya vuelto idolatras (sensación  de no poder vivir sin él).

                                  




La tercera ayuda: Combatir con fortaleza.

Para vencer una alineación idolatría se requiere vencerla con combates fuertes, sin negocios o tratos. Hay que odiar la mentira de los ídolos: "Fuera de todo,  dejémonos ya de todas estas cosas huecas y vacías para dedicarnos por entero a buscar sólo la verdad". Para salir de esta situación no se puede permitir tibieza en las decisiones, antes bien, se requiere firmeza y disciplina para crear un nuevo hábito: El hábito a la libertad.

                                  




La cuarta ayuda: El rol de los profetas que denuncian los ídolos.


Todo ídolo es el reflejo de un valor convertido en dios de la vida. Por eso, en la lucha frente a las idolatrías personales y sociales, se requiere de profetas que ataquen y denuncien los pseudovalores; de modo que, identificándolos, las personas se alejen y vuelvan a la verdad de la vida, al verdadero Dios.

A pesar de todo, muchas veces las personas prefieren permanecer en la idolatría porque están convencidas de que no les ira mejor si abandonan el ídolos; o porque desde jóvenes no conocen otro fundamento de la vida y, engañados por su ignorancia o vacío, piensan que su ídolo les brinda el mejor placer, y la mayor satisfacción. 


Solo renunciando con firmeza a este, será posible asomarse al verdadero gozo, satisfacción que se genera de vivir en la verdad y libertad 
                             


La quinta ayuda: Educarse para amar

El amor hace que el esclavo postrado ante un ídolo decida, por medio de la voluntad, ponerse en camino centrífugo para amar y dejar el movimiento centrípeto que lo encierra en su mundo.

¿Que es educarse para amar?  Amar es donarse; ¿Qué es donarse? Dar la vida; ¿Qué es dar la vida? Entregar el cuerpo, todo su ser;¿Qué es entregar el cuerpo? Morir al yo. A través del camino del amor el yo idolatrado se descentra.


  








LAS CONSECUENCIAS DE LA IDOLATRÍA

Darle a un ciudadano títulos, un pos-grado para su auto-afirmación, para su progreso, y un papel social, es algo laudable y necesario, pero también el egresado debe saber que ni siquiera en sus títulos está la vida.

En los ídolos la persona busca fundamentar su vida, asegurarse, pero lo que en realidad se experimenta es la esclavitud, la finitud de los ídolos, pues ellos pasan o caen. Los ídolos se convierten en falsas seguridades. El proyecto de la vida basado en la idolatría es pobre. El centrar la casa (el ethos) en un ídolo hace, por lo tanto, que la persona coloque allí su vida, sus esperanzas, crea que la vida y el futuro se la da el ídolo y por eso proyecte toda su existencia en él, pues se que allí su vida no vacila.






Frente a un ídolo, lo que hace la persona es pedir la felicidad, la vida y su sentido, y la solución a los problemas, porque el ídolo despierta como "vino de furor" en la persona o en un pueblo, y esto genera una falsa libertad  y auto-afirmación, tiene poder para hacerlo.

Aquí se origina el engaño, el sufrimiento y la pérdida del sentido del horizonte: pedirle al ídolo la vida, la felicidad, la esperanza, el sentido de la existencia, genera una profunda depresión cuando el ídolo falla, pues el ídolo  no es Dios.


                                                  


El ídolo genera sumisión y esclavitud. Al ídolo se le piden los propios deseos y a cambio se le ofrece la libertad y la voluntad. El centrar la vida a un ídolo nos lleva a alejarnos de la Verdad. Los ídolos son basura, monstruos que seducen los sentidos y generan una contaminación en la persona y la inducen a hacer malas acciones y esto tiene consecuencias concretas.

Al alimentar al ídolo la persona está engañada cree vivir pero está muerta pues ha encontrado un horizonte limitado que no lo lleva a trascender.